sábado, 1 de enero de 2011

Un año lleno de esperanza

Iniciamos un año nuevo con la Esperanza de siempre: “Que tengamos prosperidad” “que las metas se cumplan” o “Que la felicidad reine en nuestros hogares”, etc. Siempre está presente, en nuestros corazones, en nuestra mente, ese ideal utópico de vivir en paz y felicidad. Pero los años transcurren: los hombres pasan, la tecnología y la ciencia avanza y la tierra, cada día, se envejece y seguimos esperando la ansiada “Paz y Felicidad”, ideales que cada día son más esquivos, que cada año se alejan más y más, y cada siglo se alejan a mil por hora, siendo imposible de alcanzar por el ser humano. Pero pasaran los días, pasarán los años y pasarán los siglos y siempre estarán presente “La Esperanza” que es la única que aún anida: fresca, joven y palpitante en el corazón de la humanidad.

Ojalá que algún día hagamos lo que deseamos y deseemos lo que hacemos; tal vez rodeados de nuestros seres queridos, tal vez recibiendo el abrazo fraterno de los amigos, o tal vez brindando hospitalidad al forastero, sin el temor de ser atacado o que nuestra humilde vivienda sea saqueada. Para lo cual debemos tener en cuenta que La riqueza de un humano se mide por la cantidad y calidad de sus sentimientos, de sus valores, de sus ideales”.

Cuando te duela mirar hacia atrás y te dé miedo mirar hacia delante, mira hacia la izquierda o la derecha que allí siempre estará a tu lado una mano amiga…

¡Feliz 2011!