
Muchos tenemos el ideal de que “algún día” reine la justicia en el mundo. Creo que ese es el ideal más preciado de todo ser humano. Y seguiremos esperando este caro anhelo, que data, desde tiempos inmemorables.
Tal vez alguna vez, usted querido amigo, se ha visto abrumado por una serie de acontecimientos que nos han hecho dudar que existe la JUSTICIA: “concreta y real” o, solamente, la sentimos como un concepto abstracto, inexistente, etéreo. La justicia humana desborda los límites de la subjetividad y de las más extrañas pasiones, que algunos justifica en la “condición humana” de quienes aplican “La vara de la Justicia”. Pero, esta “condición humana”, ¿les da licencia para inclinar la balanza de la justicia a favor de un pequeño grupo con poder político, económico o social? Creo que no.
Este suplicio interno me hizo pensar en el hermoso ícono de la justicia… ¿Quién lo ideó? ¿Quién lo creó? ¿Cuál fue el mensaje que su creador nos quiso transmitir? ¿Por qué una bella dama con los ojos vendados? ¿Por qué una balanza y una espada?... Estas preguntas y otras bailotean en los cerebros de los hombres del mundo. ¿Cuál será su real significado? … ¡Qué la realidad devele el enigma!
EL SÍMBOLO DE LOS SÍMBOLOS
¿Quién es el símbolo de los símbolos?...
Es una mujer de tez blanca,
curvilíneo cuerpo y ojos vendados.
Es una hermosa dama
que lleva en sus manos
una balanza y una filuda espada.
Esa dama, señores,
simboliza el pecado escrito
en las sagradas páginas del Santo Libro;
la venda que cubre sus ojos
es el símbolo de la oscuridad
que ciega la objetividad de las cosas;
esa balanza, sujeta en su mano,
simboliza al comerciante corrupto
que roba el pan de la mano del pobre.
¿Y la espada?... esa espada
es el símbolo de la maldad
y de los ríos de sangre,
que desde la raíz de la vida,
inundan a la humanidad.
Esa dama, de la que hablo hoy,
simboliza la corrupción, el pecado, la maldad;
con careta de autoridad, pureza y equidad:
Esa dama, señores,
es el símbolo de la justicia
Es una mujer de tez blanca,
curvilíneo cuerpo y ojos vendados.
Es una hermosa dama
que lleva en sus manos
una balanza y una filuda espada.
Esa dama, señores,
simboliza el pecado escrito
en las sagradas páginas del Santo Libro;
la venda que cubre sus ojos
es el símbolo de la oscuridad
que ciega la objetividad de las cosas;
esa balanza, sujeta en su mano,
simboliza al comerciante corrupto
que roba el pan de la mano del pobre.
¿Y la espada?... esa espada
es el símbolo de la maldad
y de los ríos de sangre,
que desde la raíz de la vida,
inundan a la humanidad.
Esa dama, de la que hablo hoy,
simboliza la corrupción, el pecado, la maldad;
con careta de autoridad, pureza y equidad:
Esa dama, señores,
es el símbolo de la justicia
que, hoy, ya no es justicia.
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