
No puedo dejar de mencionar, como una realidad latente en los confines de nuestro planeta la práctica de la brujería. Práctica que se registra desde los orígenes de la vida.
Consideramos como Brujería al conjunto de creencias, conocimientos prácticos y actividades atribuidos a ciertas personas llamadas brujas (existe también la forma masculina, brujos, aunque es menos frecuente) que están supuestamente dotadas de ciertas habilidades mágicas que emplean con la finalidad de causar daño.
La creencia en la brujería es común en numerosas culturas desde la más remota antigüedad: En el Antiguo Testamento,
concretamente en el Éxodo, se prohíbe la brujería, y se establece que debe ser castigada con la pena de muerte; de igual manera en la Grecia y Roma clásicas, la brujería aparece como una actividad mayoritariamente femenina, lo cual no es de extrañar, ya que la asociación de la mujer con "el Mal" es frecuente en la Biblia. Por lo tanto, las interpretaciones del fenómeno varían significativamente de una cultura a otra. En el occidente cristiano, la brujería se ha relacionado frecuentemente con la creencia en el Diablo, especialmente durante la Edad Moderna, en que se desató en Europa una obsesión por la brujería que desembocó en numerosos procesos y ejecuciones de brujas (lo que se denomina "caza de brujas"). Algunas teorías relacionan la brujería europea con antiguas religiones paganas de la fertilidad, aunque ninguna de ellas ha podido ser demostrada. Las brujas tienen una gran importancia en el folclore de muchas culturas, y forman parte de la cultura popular.
Colán, pueblo mítico de la región Piura, está imbuido en esta realidad y desde tiempos inmemorables se le considera como uno de los centros de la Brujería peruana que ha dado origen a miles de mágicas leyendas nacidas de la mente creativa del hombre norteño. Leyendas que han perennizado a “La Pampa de La Felipita” como centro ceremonial de las brujas y brujos de Colán que ofrecen rituales al Diablo para obtener poder mágico. En el marco de este contestó nace la leyenda “La cabra diabólica”
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